Deme cuarto y mitad
de un adjetivo.
Uno de esos que al
pronunciarlo
ella se sonroje,
y la ponga en alerta
para seguir observando
entre mis bolsas.
Despiece también
unos cuantos verbos
de aquellos del rincón.
Si puede pártalos por
la mitad.
El desamar déjelo en
amar.
El aterrizar en rizar
y el desenvolver en un
esperanzador volver.
A ver...
¿Qué mas quería?
A sí...
Pongame dos o tres
raciones de nombres.
Si puede que sean
femeninos,
hierven mucho mejor
cuando hay tormenta.
Espere.
Añada también a mi
compra
un par de lonchas de
suspiros.
Y cortemelas finas
así cuando las mire al
trasluz
veré una playa.
Ya esta todo.
No. No. No me lo
envuelva.
Tengo que llevármelo
así,
de lo contrario
no podría respirar.