viernes, 5 de julio de 2013

LUNA PARK

Me gustaría recitar mis poemas en un Luna Park abarrotado.
Me gustaría que el público al finalizar mi sucesión de versos, pensamientos y deseos,
abandonarán el auditorio felices e inundados por una inexplicable sensación de paz.



Me gustaría que sólo una muchacha quedara en su butaca y una vez la sala estuviese completamente vacía, se acercara y me dijera:
-¿Sabes que el último poema me lo has escrito a mi, sin que supieses que yo existía?

Yo le respondería feliz y aliviado:
-Eso no es cierto. Yo sabia que existías, por eso he leído este poema en todos mis recitales.

Sólo he tenido que esperar que, por fin, aparecieses.