martes, 1 de febrero de 2011

LA MUCHACHA DE LOS OJOS TRISTES

La muchacha de los ojos tristes
coge una nube,
y mientras todos la miran
la niña sube.
Su sonrisa vale un cielo.
Lo que pagó aquél muchacho
para poder poseerla
y envolverla en su pañuelo.
La muchacha de ojos tristes
tiene diez poros,
y se le erizan de golpe
cuando ve a un perro triste,
a un perro que ignoran todos.
Yo, personalmente,
he visto llorar varias veces
a la muchacha de ojos tristes.
Y aunque parezca mentira,
en su mayoría
no lloraba de tristeza.
Y no sé si te lo vas a creer,
pero cuando ella,
libera sal de sus pupilas
fabricándome el mar del que carezco,
los astros hacen reverencias,
los ríos paran su cauce un instante,
las flores tímidas esconden su belleza,
y yo rezo.
Rezo transformando un “¿Qué te pasa?”
en la más sincera de las oraciones.

La otra, la oración que me callo
es para pedirle a quien corresponda
que conserve mucho tiempo
la alegría de la tristeza de los ojos,
de la muchacha de ojos tristes,
y que en ellos siempre haya un lugar
para ver el sonido
de unas palabras,
que de alegría,
una vez,
a la muchacha de ojos tristes,
hicieron llorar.

2 comentarios:

  1. Uno de mis tantos poemas favoritos!!..
    Graciassss Javis
    Un abrazo
    bindi

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  2. Acabo de localizar tu blog, y me alegro mucho de que tengas esta ventana abierta para mostrar tu poesía. Opino igual que tu, mientras haya un espectador, hay que seguir publicando, además para nosotros es una motivación más.
    Un saludo.

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