jueves, 14 de abril de 2011

ESTE POEMA ES MI TESTAMENTO





POR SI MUERO MAÑANA

Aún creo que estoy vivo
a pesar de las tres muertes
con heridas de puñales
de mi alma.
Pero por si acaso
sólo fuera un espejismo
voy a redactar mi testamento,
y repartir con quien quiera
lo que quiero,
para que lo repartan
el día que no esté,
cuando haya muerto.

Dejo mis manos
a los árboles pelados.
Que mezclen mis dedos
con sus ramas.
Las manos con las que una vez
abracé a la madrugada.

Mi paladar dejó a los perdedores.
Así el momento que saboreen la victoria
podremos descubrir sabores juntos.

Dejo mi nariz junto a la playa,
para que no se canse de oler
a la muchacha
que comparte con el sol
sus pechos tristes,
mientras el sol,
hace morir de nuevo
a su mirada.

Dejo mis pies al caminante
para que siga buscando lo que busca,
e intercale sus pisadas con las mías.
Y si lo encuentra
lo comparta con quien ahora vivo.
Pongamos por ejemplo,
que es la luna.

Lego mi boca
 única y exclusivamente,
al brillo de unos ojos.
No recuerdo bien el día
que me detuve yo a su lado.
Lo que sí se,
claramente,
es que todavía
no he podido olvidarlos.

Dejo mi sonrisa
a los niños que no tienen.

A los pobres mis riquezas
y a los ricos mis pobrezas.

Mi soledad se la entregáis a mi perro
porque ya está acostumbrado a pasearla.

A los sabios dejo mi cerebro
para que comprueben
que uno también sabe morir
siendo ignorante.

Dejo mis orejas
a la entera disposición
de tus andares.
Para que oigan la leve brisa
que produce
el vaivén
de tus caderas.

¡Ah! Y por si mañana muero,
mi muerte es,
para los que no les importa nada.
porque yo de morir,
la verdad,
 he decidido,
que hoy por hoy,
no tengo ganas.

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