Sólo fuiste para mi
un vertedero de
sentimientos.
Allí depositaba cada
noche
la felicidad, la
angustia o el hastío
que desgastados
me sobraron algún día.
Introducía
mi melancolía, mis
penurias o mis sueños
carcomidos por el
abandono
o por el mal uso
que hice de los mismos.
Y aquí estoy ahora,
malherido,
lleno de vacío
y vacío de todo
esquivando una luna que
fue nuestra
hurgando con
desesperación
en
la basura.
Me gusta mucho.
ResponderEliminarY además la imagen no podía estar mejor elegida.
Saludos.