viernes, 31 de diciembre de 2010


Queriéndote querer

perdí mi tiempo.

Mi tiempo tan querido y adorado

que yo sabia que él sabia volar

y hoy ha volado.

Queriéndote querer

perdí mi brazo.

que comienza en el hombro

y termina en un pulgar

pobre de abrazos.

Queriéndote querer

perdí mi lápiz.

Así que te escribí mi último poema

en la arena de tu playa,

con un bastón

y como no, con pocas ganas.

Queriéndote querer

perdí una hoja de mi azul calendario

sin vino ni rosas.

Pero algo en común tengo contigo,

que tú

queriéndolo querer

perdiste el alma.

Así que me consuela saber

que ambos quisimos.

Que una vez vivimos sin vivir.

Pero vivimos.

2 comentarios:

  1. Quien pudiera perder el tiempo queriendo, lamentablemente lo perdemos haciendo infinidad de gilipolleces. Que bonito vivir en un sin vivir...besitos.

    ResponderEliminar
  2. 31-12-2010
    No se escribir poesía, pero recuerdo que aquel día también escribí un poema para alguien muy especial, y por similares razones... quizá nunca debí haberlo escrito... duele mucho borrarlo, saber que nunca lo leerá...

    ResponderEliminar