Una vez decidí escribir una historia de amor, por que mis amigos decían que esto de la literatura se me daba bastante bien.

Cuando lo concluí y me dispuse a leerlo, me fue imposible.
La tinta, por culpa de alguna sustancia liquida, estaba corrida, lo que me impedía la entera entendibilidad del texto.
Por eso acordé volverlo a empezar de nuevo.
Eso si, en la nueva campaña juré que no sería yo el protagonista.
Y me prometí que nunca más lloraría por amor.
Q xula!
ResponderEliminar