sábado, 12 de marzo de 2011


SIN TITULO                             

a mi padre



Uno cree que no va a suceder nunca.
Piensa en el proyector de super 8,
en el teclado con seis ritmos,
y en el pequeño coche rojo de pedales.
Antes de que suceda
uno le acompaña
o es acompañado
a observar la noche valenciana
con banda sonora.
O a comer paella junto al mar,
por ejemplo, en el ROMA.
También suele pasar
que antes de que suceda
te regale un clarinete,
pero de los buenos
de los que cuestan sudores.

Y pasa que un día sucede.
Y sucede que se va.
Y va y sucede.

Aún queda el proyector, el piano y el clarinete.
El coche de pedales fue siniestro total
tras el accidente mil.
El ROMA creo que cerró,
no sé bien.

Y la banda sonora
suena muy fuerte
para dos orejas solas.

Y cuando sucede
uno se juzga a sí mismo.
No sabe si hizo bien o hizo mal.
Incluso, a veces, no sabe ni si lo hizo.
Y entonces pierdes el miedo a la oscuridad.

Ahora que ya sucedió,
sólo quiero pedirte
un último capricho.
Estés donde estés,
por favor,
ponle titulo a este poema
porque es tuyo.
Cuando nos volvamos a ver,
ya te diré yo
el titulo que he pensado.
A lo mejor,
que sé yo,
igual coincidimos.
(Por aquello del palo y de la astilla).


1 comentario:

  1. Estic segur i convençut, que arrivareu a una entesa en el títol, segur i convençut, però no tinguis presa en juntar-te, se de bones tintes que ells tenen tot el temps del mon per esperar-te, javi, ells tenen tot el temps del mon...

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