sábado, 15 de enero de 2011

MAGIA


Un conejo del sombrero.

Un ramo de flores de su bicolor varita.

Una carta de su oreja

y dos palomas.

Una espada que parte

a la que vida comparte

y no la parte.

Fuego.

El mago, a veces,

habla fuego,

y en su pañuelo

hay un mundo.

Adivina lo que piensas.

El mago, siempre,

adivina lo que piensas.

Cuerdas cortas que se alargan.

Cuerdas largas que se acortan.

Música. Gritos. Silencios.

Abracadabra.

Magia.

Hoy he ido a ver al mago

y he visto la magia.

La magia de la sonrisa,

la sonrisa de una niña,

la niña que sentadita

en los primeros asientos ríe.

Cuando acabe el verano

volverá a su natal tierra

de arenas calientes

y sucia indumentaria

con turbante.

Allí volverá a ver la magia.

La magia de su padre por traer plata.

La magia de su madre por llenar plato.

Y por la noche

será feliz en su sueño.

El mago le prometió visitarla,

y sacar sólo por ella

conejos de su sombrero.

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